sábado, 30 de enero de 2016

De vuelta a casa


Corto pero intenso, como yo imaginaba fue este último viaje a Japón. Esta vez sin sustos en el vuelo, la mar de placido y cómodo, cosa que desde mi experiencia fue toda una sorpresa y mas viendo estos últimos tristes acontecimientos, aunque eso si, mucha seguridad, hasta el punto de ver como registraban a una niña de 3 años un policía en Amsterdam.

Miyajima

En cuanto a la fugaz estancia japonesa, poco a cambiado desde entonces. En el centro se están viendo cambios significativos, sobre todo en la estación de Hiroshima, donde los edificios altos empiezan a estar a la orden del día. Aunque este año he ido un poco mas "a mi bola", en el fondo es lo mismo pero cambiado de sitio. He notado una abrumadora llegada de extranjeros eso si, en Miyajima, no se si seria algo puntual que tuviera relación con el año nuevo, pero me parecía increíble ver que el porcentaje de extranjeros era mucho mayor que japoneses en la isla.

Renovada imagen en la estación de Hiroshima

Por suerte el frío, no se pronunció hasta el final de nuestra estancia, pudiendo observar aún muchos arboles con la típica estampa otoñal llena de la representativa hoja (momiji), de distintos colores, algo que se agradece.

En pleno diciembre esto esta fuera de lugar

El consumismo sigue a la hora del día, la subida de impuestos parece no hacer mella en sus bolsillos, con gente cargadas de bolsas en el centro de aquí para allá y tiendas repletas de personas cogiendo los últimos regalos de navidad. Cosa que queda patente cuando vuelves por año nuevo y ves estanterías vacías donde antes estaban a rebosar.

Como no, de nuevo fui en busca de mi gran afición por los juegos de antaño. Desgraciadamente, al menos en lo que a la provincia de Hiroshima se refiere, la cosa va hacia abajo casi en picado, tanto en cantidad como en precios (cada vez mas al alza), lo cual no hace mas que confirmar la tendencia de que el limitado stock esta en un punto de inflar cada vez mas y mas los precios, cosa que en proximas entradas intentaré ilustraros.

Este año he venido muy ligero de equipaje

En todo caso ha sido una estancia bastante alocada, en el cual los días pasaron como horas, entre unas cosas y otras. Se me hizo bastante corta la verdad pero cada vez que voy me siento muy a gusto, casi como mi propio país. Espero que pronto pueda volver, ya vuelvo a tener ganas de vivir de nuevos experiencias niponas.