Entre pitos y flautas ya estamos a las puertas de un nuevo año y en plena navidad y como suele ser ya casi una costumbre pegar de nuevo un salto al país nipón para ver a la familia. No puedo dejar de recordar lo insufrible que puede ser un viaje con dos escalas en los tres aviones que debemos coger, ni el control de seguridad que debemos atravesar (mas aún ahora con la que esta cayendo) y que en mi caso particular arrastrar durante mi ultima semana un resfriado que me va a complicar mucho el poder "disfrutar" de dicho viaje.
Pero siempre apetece salir de la monotonía y vivir nuevas experiencias, aunque partamos de la misma "base de control" como es la casa de mis suegros. Este año nuestra estancia sera mas corta, debido a ciertas responsabilidades, lo cual no significa que se disfrute menos, al contrario , desde mi experiencia creo que las mejores estancias suelen ser aquellas en las que haces de todo en poco tiempo sin dar tregua a la relajación, aunque eso signifique estar destrozado.
Asi que hasta entonces, a preparar las maletas que en unos días partimos.